martes, 25 de noviembre de 2014

ESTUDIO DEL SENDERO DEL JARDÍN BOTÁNICO DE LA UNACHI


ESTUDIO DEL SENDERO DEL  JARDÍN BOTÁNICO DE LA UNACHI.


AUTOR: Luis Carrera.

OBJETIVO:
1.Aplicación de las herramientas de Google para establecer puntos en un mapa digital.
2.Valoración de madera en pie mediante la aplicación de técnicas especiales.
3. Valoración del estado en que se encuentra  el jardín botánico de la UNACHI.

     El jardín botánico de la Universidad Autónoma de la Unachi, se encuentra localizado detrás de los edificios más viejos de la universidad: Ciencias y Humanidades. Limita por un lado con la quebrada San Cristóbal y por el otro con potreros con vegetación secundaria que ha surgido en potreros abandonados.

   Nos introdujimos en el sendero por la parte de atrás de la cerca ubicada cerca de los estacionamientos y del edificio de la Facultad de Humanidades.  Apenas, unos metros después, al atravesar transversalmente el camino que conduce al zarzo que permite la comunicación entre la UNACHI y el Hospital Regional Rafaél Hernández L., hicimos la parada exploratoria 1, que denominaremos estación uno. Íbamos equipados con cinta métrica, GPS, cámaras, celulares, y una tableta  con  un programa de posicionamiento global.

     En la Estación uno se pudo observar intervención humana: restos de cultivos de otoe,  banano y aguacate. También había palmas de pacora y árboles de laurel, cedro y guácimo, entre otros. Fue interesante observar como en un plantón de laurel se alojaba una colonia de hormigas en la que huésped  y hospedero obtienen beneficios mutuos. Se escuchan a lo lejos las aves cantando.

     Además, resulta evidente el cambio en la sensación térmica ambiental. Es evidente que la temperatura  debe estar uno o dos grados más abajo que dentro de las infraestructuras de la UNACHI. La humedad, por otro lado, se puede percibir fácilmente, favorecida no sólo por la lluvia y la humedad en el suelo, sino también por la cercanía de la quebrada San Cristóbal.
UNACHI, jardín botánico (1). Detalle de plantas y árboles

UNACHI, jardín botánico (2). Detalle de palma nativa de Panamá y otros árboles y plantas

UNACHI, Jardín botánico (3). Detalle de la copa de los árboles.

UNACHI, Jardín botánico (4). Detalle de árboles entre los que sobresale un laurel.

UNACHI, Jardín botánico (5). Detalle de árboles cerca de la UNACHI. Se destacan el cedro  el laurel y el guácimo.

UNACHI, Jardín Botánico (6). Detalle de plantas de banano  y de otoe como producto de la acción antrópica. 

UNACHI, Jardín Botánico (7). Detalle de plantón de laurel con los efectos de sus huéspedes: hormigas.

UNACHI, Jardín Botánico (8). Detalle de algunos árboles, destacándose el aguacate.

     Continuamos la gira hasta la estación o parada dos. Allí pasamos por la desagradable experiencia de  estar cerca de la quebrada cuyas aguas son alimentadas por las aguas servidas de los sanitarios de la UNACHI.  Se percibe en el ambiente el olor nauseabundo de las aguas servidas, que también contaminan la Quebrada San Cristóbal.
UNACHI, Jardín Botánico (9). detalle de la quebrada contaminada.



Seguimos bajando hasta la quebrada  San Cristóbal, en cuyas orillas hicimos la estación número 3. En ella observamos las aguas de la quebrada, de un color verdusco,  que a simple vista no parecen contaminadas.  Lianas y árboles medianos y grandes abundan en su orilla. Sobresalen algunas flores de una planta salvaje que probablemente sea pariente del hibisco.  En el agua  y en el terreno hay algunos árboles caídos que abren paso a la luz solar, acabando con algunos tipos de vidas vegetales que no soportan la intensidad de la luz y por otro lado, abriéndole paso al establecimiento de nuevas plantas y árboles. Es tanta la humedad en algunos lugares que predominan plantas adaptadas a este medio.
UNACHI, Jardín botánico (10). Detalle de la quebrada San Cristóbal.

UNACHI, Jardín Botánico (11). detalle de la quebrada San Cristóbal.

UNACHI, Jardín botánico(12). Detalle de una flor salvaje.

UNACHI, Jardín Botánico (13). Detalle de flores salvajes.

UNACHI, Jardín Botánico (14). detalle de plantas predominantes como producto de la humedad.

UNACHI, Jardín botánico (15). Detalle de la Quebrada San Cristóbal.

UNACHI, Jardín Botánico (16). Detalle de árbol con lianas y plantas trepadoras. 

UNACHI, Jardín Botánico (17). Detalle de la Quebrada San Cristóbal y de árboles caídos en la misma.

UNACHI, Jardín Botánico (18). Detalle de la Quebrada San Cristóbal y los árboles de galería.

UNACHI, Jardín Botánico (19). Detalle de la Quebrada San Cristóbal y los árboles de galería.

UNACHI, Jardín Botánico (20). Detalle de la Quebrada San Cristóbal y los árboles de galería.

UNACHI, Jardín Botánico (21). detalle de una planta y una mariposa del lugar.



Seguimos caminando, desviándonos de la quebrada, con rumbo noreste y en los límites de la finca de la UNACHI, hicimos la parada o estación cuatro. Flores de plantas salvajes llaman la atención.Hay allí  muchos árboles. Algunos de madera muy apreciada y otros no tanto, pero que cumplen una función ecológica. Incluso, los árboles viejos y los caídos alojan hongos de variados colores.También se observan plantas trepadoras en abundancia. Se observa al otro lado de los terrenos de la UNACHI el surgimiento de un bosque secundario resultado del abandono del potrero que existía previamente. En el sitio había mucha humedad y sombra.
UNACHI, Jardín Botánico (22). Detalle de una flor salvaje. 

UNACHI, Jardín Botánico (23). detalle de hongos en tronco.

UNACHI. Jardín Botánico (24). Detalle de plantas con hojas comidas por insectos.

UNACHI, Jardín Botánico (24). Detalle de árbol con plantas trepadoras.



Más adelante hicimos la estación número cinco. En la cercanía observamos un árbol de la fruta conocida como jobo de gran utilidad para aves y mamíferos, pero también para el ser humano.  En la cerca se ven varios árboles de almácigo que es conocido por sus propiedades medicinales. Mariposas y aves revolotean por varios lugares. 
UNACHI, Jardín Botánico (26). Detalle de árbol  de almácigo.

UNACHI, Jardín Botánico (27). Detalle de árbol  de almácigo.

UNACHI, Jardín Botánico (28). Detalle de árbol  de almácigo.

UNACHI, Jardín botánico (29) Detalle de árbol con  hongos  y una trepadora.

UNACHI, Jardín Botánico (30). Detalle del profesor Daniel Cáceres hablando acerca del árbol conocido como jobo.

UNACHI, Jardín Botánico (31). Detalle de epífitas en un árbol.


Finalmente llegamos a la estación y seis, muy cerca una de la otra. allí observamos el minibosque de tecas. se tomaron medidas a la altura del pecho, específicamente la circunferencia, a un metro con treinta centímetros del suelo, para poder determinar el diámetro. También se estimó la altura comercial y la altura total de os árboles seleccionados de teca, que correspondían a la primera fila, compuesta por cinco árboles.
UNACHI, Jardín Botánico (32).  Detalle de Marilyn haciendo anotaciones de los tecas.

UNACHI, Jardín Botánico (34). Detalle de  uno de los tecas.

UNACHI, Jardín Botánico (35).Detalle de toma de medidas (DAP) en los tecas por Guerna y Marilyn.

UNACHI, Jardín Botánico (36). Detalle de hongos en el suelo cerca de los tecas.

      

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